lunes, 11 de noviembre de 2013

LA INFLACIÓN Y SU RELACIÓN CON LAS FINANZAS






LA INFLACIÓN Y SU RELACIÓN CON LAS FINANZAS


El objetivo de la estabilidad de los precios podríamos situarlo desde muy antiguo, su aparición en los programas económicos gubernamentales data de los últimos decenios.

La evolución de los precios ha tenido tradicionalmente un comportamiento cíclico: unas veces, como consecuencia, fundamentalmente, de los períodos de escasez derivados de las guerras, los precios subían y se provocaba inflación, mientras que durante los períodos de recesión el nivel de los precios tendía a bajar. Y salvo en las épocas de fuertes convulsiones, este comportamiento cíclico parecía desarrollarse en torno aun nivel estacionario. Sin embargo, dado que hasta hace relativamente pocos años el principal problema económico ha sido el desempleo, la historia de la Política Macroeconómica moderna, que arranca con J.M. Keynes, centro su atención en el problema del desempleo. La deflación vivida en la década de los años treinta en los Estados Unidos de Norteamérica no hacia presagiar un fenómeno inflacionario permanente. Con esta perspectiva, los gobiernos de muchos países encontraron la excusa para ser muy generosos a la hora de imprimir dinero, de forma que los precios tendieron a subir casi ininterrumpidamente desde la Gran Depresión de los años treinta. Hacia finales de los sesenta, la inflación aumento en númerosos países de nuestro continente, como consecuencia de una etapa previa de fuerte crecimiento. Pero, en la década de los años setenta, y sobre todo a partir de los shocks petroleros de (1973 – 1974) y (1979 – 1980) pero también al continuo aumento de los precios de los productos básicos a lo largo de todos estos años, cuando la lucha antiinflacionista se convirtió en un objetivo de primera magnitud de la política económica al alcanzar muchos países industrializados tasas de inflación de dos dígitos.

Cuando sobrevinieron estos shocks de oferta, las economías de algunos países se hallaban precisamente cercanas al punto de plena
Efectos de la inflación en la información financiera
Los estados financieros se limitan a proporcionar una información obtenida del registro de las operaciones de la empresa bajo juicios personales y principios de contabilidad, aun cuando generalmente sea una situación distinta a la situación real del valor de la empresa.
Al hablar del valor pensamos en una estimación sujeta a múltiples factores económicos que no están regidos por principios de contabilidad.
En el mundo en que vivimos, en el que los valores están continuamente sujetos a fluctuaciones como consecuencia de guerras y factores políticos y sociales, resulta casi imposible pretender que la situación financiera coincida con la situación real o económica de la empresa.
La moneda, que es un instrumento de medida de la contabilidad, carece de estabilidad, ya que su poder adquisitivo cambia constantemente; por tanto, las cifras contenidas en los estados financieros no representan valores absolutos y la información que presentan no es la exacta de su situación ni de su productividad.
 
Las diferencias que existen entre las cifras que presentan los estados financieros basados en costos históricos y el valor real son originadas por lo menos por los siguientes factores:
  a).- Pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
  b).- Oferta y demanda.
  c).- plusvalía
  d).- Estimación defectuosa de la vida probable de los bienes (Activos fijos).

La pérdida del poder adquisitivo de la moneda es provocada por la inflación, que es el aumento sostenido y generalizado en el nivel de precios.
El registro de las operaciones se hace en unidades monetarias con el poder adquisitivo que tiene el momento en que se adquieren los bienes y servicios; es decir las transacciones se registran al costo de acuerdo con principios de contabilidad.
 
Esto tiene como consecuencia, en una economía inflacionaria, que dichas operaciones con el transcurso del tiempo queden expresadas a costos de años anteriores, aun cuando su valor equivalente en unidades monetarias actuales sea superior, de tal suerte que los estados financieros preparados con base en el costo no representan su valor actual.
La información que se presenta en el estado de situación financiera se ve distorsionada fundamentalmente en las inversiones presentadas por bienes, que fueron registrados a su costo de adquisición y cuyo precio ha variado con el transcurso del tiempo.
Generalmente los inventarios muestran diferencias de relativa importancia debido a la rotación que tienen ya que su valuación se encuentra más o menos actualizada. Las inversiones de carácter permanente, como son terrenos, edificios, maquinaria y equipo en general, cuyo precio de adquisición ha quedado estático en el tiempo, generalmente muestran diferencias importantes en relación con su valor actual.
Por otra parte, el capital de las empresas pierde su poder de compra con el transcurso del tiempo debido a la pérdida paulatina del poder adquisitivo de la moneda.
 Desde el punto de vista de la información de los resultados de operaciones de la empresa, tenemos deficiencias originadas principalmente por la falta de actualización del valor de los inventarios y de la intervención de una depreciación real.
Todo esto da origen a una incertidumbre para la toma de decisiones porque se carece de información actualizada y, si no se tiene la política de separar de las utilidades como mínimo una cantidad que sumada al capital, dé como resultado un poder de compra por lo menos igual al del año anterior, la consecuencia será la descapitalización de la empresa y, con el transcurso del tiempo, su desaparición.         


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